Case study
Abordar el comportamiento violento hacia los estudiantes de minorías
Educación secundaria obligatoria.
Una chica joven de 16 años y origen africano.
Estudiantes de secundaria (de 15 a 16 años), o alumnos de la Educación Secundaria Obligatoria en general. La clase está compuesta por el grupo étnico "mayoritario" con algunos alumnos de minorías (particularmente refugiados y solicitantes de asilo).
Durante la clase de educación física, inmediatamente después de un partido de baloncesto y cuando todavía están en la cancha, los miembros de uno de los equipos atacan físicamente a una chica, de ascendencia africana, del equipo contrario que había jugado muy bien y había contribuido de manera determinante en la victoria de su equipo.
La chica es herida físicamente y llevada al hospital para una revisión donde se le diagnostica que tiene un ligero traumatismo, además de algunos rasguños profundos y marcas en el cuerpo. Además del impacto físico del ataque, esta situación tiene un gran impacto psicológico sobre ella, que comienza a demostrar signos de ansiedad y depresión con el tiempo; además, sus notas en la escuela comienzan a caer y deja de acudir a las clases.
Programa de educación secundaria.
Maestro pero también, cuando sea posible, orientadora, trabajadora social, psicóloga. La institución escolar también se espera que esté involucrada.
Se establece un comité interdisciplinario de varios niveles de personal docente, de apoyo y administrativo para examinar este incidente con el fin de diseñar una estrategia de prevención para evitar la repetición de esas incidencias graves y establecer la consecuencia para los perpetradores para que (i) se asegure que se va a hacer justicia y se proteja a la víctima (ii) se pueda contribuir a evitar que los demás se comporten de tal manera. Se diseña una estrategia de prevención para incorporar a todos los alumnos (víctimas, perpetradores y espectadores) que puede incluir grupos de discusión, debates y actividades culturales y educativas.
El entorno escolar en su totalidad (tanto en términos de personal como de alumnos) se involucra a la hora de abordar el incidente para diseñar una solución justa, pero también se involucra en el diseño de estrategias de prevención de estas situaciones. Esto contribuirá a que el plan que se diseñe sea sostenible, que tenga un impacto sólido y que se le pueda dar continuidad. Si, por ejemplo, el incidente hubiese sido tratado simplemente por el profesor de la clase en particular, el impacto sería limitado, ya que se trataría sólo con esa situación y no se ahondaría en las razones subyacentes ni se involucraría a más agentes educativos a través de una estrategia organizada.
Después de que la consecuencia haya sido aplicada, el maestro (también puede ser educador, formador...) dedica varias sesiones de reflexión sobre el asunto. En primer lugar, en un grupo de debate plantea palabras clave / temas / preguntas relacionadas con el incidente para que la clase debata en gran grupo. Esto requiere poner mucha atención en el enfoque ya que tanto la víctima como los perpetradores son parte del grupo focal, pero también los espectadores pueden sentirse mal por no intervenir para ayudar a la víctima. Sin embargo, es un ejercicio muy beneficioso, ya que las personas involucradas tendrán un espacio donde poder reflexionar y debatir sobre los factores que han contribuido a los diferentes eventos que han desencadenado el incidente violento, así como a sus todas las emociones que rodean a la circunstancia. Después del grupo de debate, el profesor puede realizar sesiones de trabajo en grupo para discutir los temas y situar a los estudiantes en el centro del problema con el fin de encontrar soluciones a diferentes temas (por ejemplo, comportamiento racista / estereotipos / conceptos erróneos, etc.) y para adoptar e interioridad la regla de la no-violencia.
A través del trabajo conjunto, los estudiantes podrán comunicarse entre sí y tener la oportunidad de comprender mejor a los demás, así como superar los estereotipos que conducen a la marginación y, en caso de agravarse, a la violencia. Los estudiantes directamente afectados (víctimas, perpetradores y espectadores) se beneficiarán de un debate abierto que les permitirá expresar libremente sus emociones, preocupaciones y facilitar a los perpetradores superar posibles estereotipos, ideas y comportamientos que conducen al incidente violento.
El profesor de la clase les asigna la tarea de colaborar juntos para organizar una actividad creativa que trabaja en la lucha contra los prejuicios / estereotipos, como la organización de una biblioteca viva, la realización de un mini-show diseñado y coordinado por los propios alumnos, etc.
Los alumnos pondrán en práctica su creatividad para trabajar en los diferentes temas identificados durante la fase de debate. Los alumnos pueden centrarse en estos mismos temas y, mientras aprenden haciendo, ir proponiendo dinámicas para superar los estereotipos. En el caso de la víctima, podrá adoptar una postura activa para proteger sus derechos. El espectador también estará dotado de las actitudes de solidaridad hacia las víctimas de tales incidentes. En esta actividad será necesario incorporar valores clave significativos que se interioricen durante el proceso de aprendizaje y que contribuyan a no replicar el incidente ni tampoco situaciones similares.
Para la fase de reflexión es imprescindible tener un ambiente cómodo y de confianza, particularmente para la víctima que probablemente está traumatizada por el incidente, pero también para que los perpetradores puedan expresar sus emociones e ideas libremente y, posteriormente, superarlas.
La fase de debate debe ocurrir antes de la fase de creatividad para permitir un buen flujo (es decir, determinar temas clave, ideas y problemas primero, superarlos a través del debate y luego trabajar juntos de manera creativa para abordarlos).
Para ejecutar el grupo de reflexión, el profesor puede utilizar las siguientes preguntas / palabras clave: ¿por qué crees que esto sucede? A la víctima - ¿cómo te hizo sentir? A los demás - ¿cómo te sentirías si estuvieras en su posición? ¿Qué necesitamos hacer para solucionar esta situación? ¿Qué tipo de apoyo puedo darle (el maestro)?
Para las sesiones de trabajo cooperativo, se pide a los maestros que usen métodos como la escritura sobre una pizarra, el juego de roles, la inversión de roles para facilitar la comunicación para este tema particularmente difícil. Se recomienda que tres alumnos tomen notas de lo que se discute y, al final del proceso y junto con el maestro y los otros participantes, hagan un mini informe de los hallazgos en términos de razones y soluciones.