Involucrando a las familias en la prevención de la radicalización

Luis es un alumno de 16 años nacido en Madrid de una familia española de clase media-baja en la que ambos padres trabajan. Ella tiene trabajos esporádicos como asistenta de hogar en diferentes casas y él es un vendedor en una compañía. Luis también tiene una hermana pequeña, y los cuatro viven en una casa en las afueras de la ciudad.

Desde muy joven, Luis ha sido un estudiante con poca capacidad de concentración, muy inquieto y que se distrae fácilmente. Nunca ha sido capaz de estar sentado y en silencio durante toda una hora escuchando las palabras del profesor, por lo que a menudo se convertía en el estudiante disruptivo que complicaba el ambiente en casi todas las clases y distraía a los compañeros de clase. Como resultado de esto, Luis ha sido a menudo expulsado de la clase y a veces incluso en del centro. Sus tutores sucesivos siempre han estado en contacto permanente con la familia para comunicar su desempeño académico desastroso.

A medida que pasan los años, Luis ha ido avanzando de curso pero nunca se ha sentado a estudiar para los exámenes. A pesar de ser un estudiante perfectamente cualificado e inteligente, siempre ha suspendido la mayoría de las asignaturas. Por lo tanto, a día de hoy se espera que Luis no se obtenga el graduado escolar en Educación Secundaria Obligatoria y se le ha derivado a la ruta alternativa llamada Formación Profesional Básica.

La actitud de Luis, como era de esperar, es una rebelión extrema contra el mundo que le rodea, y una actitud permanentemente desafiante y violenta hacia las personas que pueden implicar una cierta autoridad sobre él. Sin embargo, es un tipo encantador y amable cuando se trata de relacionarse con los compañeros que elige (ya que hay otros que le hacen la vida imposible). Debido a su aparente firmeza y seguridad a la hora de dirigirse a los demás, ha logrado convertirse en el líder de su grupo de clase y así influir e incluso condicionar y dirigir los comportamientos de otros (a menudo contra otros elegidos).

Como adolescente, la relación de Luis con sus padres ha empeorado, hasta el punto de no hablar con su madre y rara vez con su padre. La situación en el hogar es insostenible y Luis busca cualquier vía de escape tanto en la escuela como con sus amigos para liberar toda la ira y frustración que ha ido acumulando. La pandilla con la que se mueve se compone de chicos que se conocen de salir por la noche o por estar vinculados a círculos donde la venta de drogas casi se ha convertido en una forma de supervivencia.

Últimamente Luis ha asistido a numerosas manifestaciones y una vez fue arrestado por protagonizar y liderar actos violentos. Además, en más de una ocasión ha sido multado por daños en el mobiliario urbano (graffiti entre otros). A pesar de todo esto, Luis tiene una excelente capacidad para todas las obras artísticas, especialmente en el dibujo (y el graffiti), además de la música. En el plano académico, en las pocas ocasiones en que se le ha propuesto pasar un examen, lo ha hecho con la máxima puntuación y sin apenas haber estudiado.

Luis ha acudido a numerosos psicólogos a lo largo de su vida, animado por sus padres, pero hasta el día de hoy parece que no ha surtido efecto y el chico se niega rotundamente a recibir más ayuda externa de profesionales. La familia está desesperada y encerrada en una situación que ha llegado a su límite y de la que no saben salir. Sus padres están muy preocupados porque temen que Luis acabe involucrado en una red de personas que cometan crímenes violentos y sean encarcelados.